Título: Don de lenguas
Autor: Rosa Ribas y Sabine Hoffman
Editorial: Siruela
Colección: Nuevos tiempos
Las autoras (información aportada por la editorial)
Rosa Ribas nació en 1963 en el Prat del Llobregat
(Barcelona). Estudió Filología Hispánica en la Universidad de Barcelona, y
desde 1991 reside en Alemania, en Fráncfort. Hasta el momento ha publicado seis
novelas: El pintor de Flandes (2006),
La detective miope (2011), la novela
por entregas Miss Fifty (2012) y la
trilogía policiaca protagonizada por la comisaria hispano-alemana Cornelia
Weber-Tejedor, traducida con gran éxito al alemán.
Sabine Hofmann nació en 1964, en Bochum, Alemania, pero
actualmente vive en la pequeña ciudad de Michelstadt. Estudió Filología Románica y Germánica, y
trabajó varios años como docente en la Universidad de Fráncfort. Allí conoció a
Rosa y empezó una larga amistad que la escritura conjunta de Don de lenguas,
lejos de destruir, ha afianzado.
Comentario
Don de lenguas reúne en sí misma dos géneros literarios
diferentes, histórico y policiaco. Y lo hace con maestría metiéndonos desde la
primera línea del texto en el asesinato de una mujer de la clase alta
barcelonesa de los años 50: "Allí estaba Mariona. Blanca, rubia, carnosa y
muerta". A partir de aquí, asistiremos al proceso de investigación de la
policía franquista: sus métodos, las diferencias dentro del cuerpo, las órdenes
impartidas por el gobernador civil y las prisas por cerrar este molesto caso en
vísperas del Congreso Eucarístico. Pero Don de lenguas no es solo esto; Ribas y
Hofmann nos adentran en el sentir de la sociedad española de esa época, en los
miedos y los anhelos de los ciudadanos a través de un gran trabajo de
documentación.
La novela está
protagonizada por dos mujeres muy diferentes
entre sí. Ana Martí es una joven periodista de La Vanguardia en la
sección Ecos de Sociedad. Las circunstancias hacen que se le asigne el
seguimiento de la investigación de Mariona Sobrerroca, transcribiendo
únicamente lo que el inspector Isidro Castro le ordene. Pero su carácter
curioso y sus ganas de ganarse el reconocimiento como auténtica periodista le
hacen meterse en problemas que no sabe cómo resolver. Para ello acudirá a la
otra protagonista, Beatriz Noguer, con la que le une una relación de
parentesco. Beatriz es una mujer más mayor, muy culta, que ha vivido exiliada y
ha regresado a España. Ella contempla la época desde su "exilio interior":
la casa de sus padres, llena de libros, donde vive con una asistenta que le
ayuda en las tareas domésticas y a la que casi no puede pagar. Algunos de esos
libros, tesoros en sí mismos ya que se trata de primeras ediciones o
incunables, tienen que ser vendidos para poder subsistir.
Serán los
conocimientos de Beatriz sobre literatura y lengua, unidos a la iniciativa y
empuje de Ana los que resuelvan definitivamente el caso de Mariona y saquen a
la luz otros actividades delictivas de los poderosos que rigen la ciudad. Pero ello
conlleva un peligro mayor, porque no tienen a quien recurrir para contarles sus
descubrimientos. La angustia de sentirse solas y amenazadas hace que las
páginas finales del libro se lean con
premura, necesitando el lector saber que va a ocurrir con nuestras
protagonistas.
Lo que subyace en el
fondo de la obra es el sentimiento de miedo de toda la sociedad, la
censura existente en los medios de comunicación, la necesidad y miseria de
parte de la población, el apartamiento de los intelectuales no afines al
régimen... Las autoras han utilizado el recurso de la novela policiaca para
llevarnos a un terreno social, evitando los maniqueísmos y mostrando los
individuos con sus contradicciones. Una obra de necesaria lectura que nos permite leerla en varias capas, pudiendo quedarnos en la superficie con la trama de
investigación o profundizar en su riqueza documental.
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